● Antes de la identificación de los riesgos ecológicos, identificamos las características del entorno ecológico de las minas y cómo las actividades mineras pueden perturbar los ecosistemas a través de estudios de teledetección, recopilación de datos, estudios de campo y entrevistas con las comunidades circundantes. Este proceso abarca información relativa al clima, la hidrología, las condiciones del suelo, la geología, los tipos de animales y plantas, las funciones, la ubicación geográfica de la mina, las líneas rojas de protección ecológica, las áreas ecológicamente sensibles, los tipos de minas y de minerales, las áreas de actividades mineras y la profundidad y los métodos de minería.

● Debido a la naturaleza multifacética de las perturbaciones que provoca la extracción de recursos, las fuentes de riesgo suelen estar interrelacionadas. Clasificamos las fuentes de riesgo ecológico en dos tipos: daños a la tierra y contaminación ambiental. Con base en las perturbaciones de las actividades mineras en los ecosistemas, identificamos las fuentes de riesgo que pueden afectar negativamente el entorno ecológico de los yacimientos mineros a través de la recopilación de datos e investigaciones de campo.

● Los receptores de riesgo son unidades o áreas con funciones ecológicas y ambientales que están expuestas a fuentes de riesgo y pueden estar sujetas a daños. Los ecosistemas en los yacimientos mineros son extremadamente vulnerables a las perturbaciones y los impactos de las actividades mineras, lo que los convierte en receptores de riesgos ecológicos. Dado que los riesgos ecológicos en los yacimientos mineros implican interacciones entre varias fuentes de riesgo, un solo riesgo puede afectar diversos receptores de riesgo, y un solo receptor de riesgo puede verse afectado por múltiples fuentes de riesgo.

● A través de la recopilación de datos, el muestreo y el monitoreo in situ, identificamos y analizamos las vías de las fuentes de riesgo hacia los receptores, incluidos los efectos físicos directos, la circulación del agua, la cadena alimentaria, la meteorización, la erosión y la dispersión.

● Los criterios de valoración ecológicos se refieren al daño potencial a los receptores de riesgos ecológicos causado por los riesgos ecológicos y el daño resultante a las estructuras y funciones ecológicas en una región dada. Identificamos el daño a los ecosistemas causado por las actividades mineras mediante la recopilación de datos y la realización de estudios de campo y simulaciones basadas en modelos.

● Después de identificar los riesgos ecológicos de una mina, preparamos un informe de evaluación de impacto ambiental basado en los resultados de la identificación de riesgos y proporcionamos las medidas de mantenimiento artificial necesarias para cualquier alteración inevitable de los ecosistemas.

● A la fecha, hemos iniciado el monitoreo ecológico mediante la implementación de cámaras de vigilancia de la vida silvestre y mediante otros métodos, en varias minas operadas por nuestras subsidiarias chinas Duobaoshan Copper, Hunchun Zijin, Julong Copper, Xinjiang Zijin Zinc y nuestras filiales en el extranjero: AGM en Guyana, Continental Gold en Colombia y COMMUS en la República Democrática del Congo.

● A través de la recuperación de la biodiversidad natural y la implementación de medidas artificiales apropiadas cuando sea necesario, restauramos gradualmente las estructuras de las especies y las funciones ecológicas a sus estados previos a la perturbación, creando un entorno de vida adecuado para diversas especies. Durante el proceso minero, conservamos el suelo y la vegetación para su uso durante la restauración ambiental, con el fin de garantizar que los yacimientos mineros restaurados mantengan su estado prístino original. Además, plantamos especies de vegetación adecuadas para las minas en función de su ubicación geográfica y condiciones climáticas. Realizamos un monitoreo a largo plazo para garantizar que los ecosistemas restaurados mantengan estructuras y funciones normales. Además, trabajamos para mejorar la integridad y conectividad de los ecosistemas para lograr un impacto neto positivo.

● Con una mayor conciencia sobre la protección ecológica y ambiental y la investigación sobre los servicios de los ecosistemas, hemos llegado a comprender profundamente el valor del entorno ecológico. Mediante la plantación de bosques de reemplazo y otras medidas, compensamos el daño o la contaminación causados por las actividades mineras a los ecosistemas y recursos naturales, compensando así el daño a la biodiversidad. Hemos plantado 1,78 millones de metros cuadrados de bosques de reemplazo ecológico, un total de 290.000 árboles, en las montañas del norte y el sur de Lhasa, Tíbet.