Con una renovación de 320 millones de dólares, Serbia Zijin Copper convirtió su fundición TIR, de décadas de antigüedad, en una planta similar a un jardín, reduciendo drásticamente las emisiones de dióxido de azufre en más de un 90 % y logrando que la ciudad minera serbia de Bor pasara de ser un foco de contaminación, a convertirse en un caso de éxito medioambiental.

En la primavera, miles de tulipanes florecieron en el parque logístico ferroviario de la fundición TIR en Serbia Zijin Copper, una minera de cobre y operadora de fundición líder en Serbia, lo que atrajo a empleados y medios locales, que acudieron a disfrutar del pintoresco paisaje y tomar fotografías. La transformación de la fundición TIR demuestra cómo Bor ha pasado de ser una ciudad minera centenaria a una ciudad ecológica con un medio ambiente limpio.

Una renovación ecológica

Construida por RTB BOR en 1960, la fundición TIR se hizo tristemente famosa por su contaminación del aire, lo que le valió a Bor el título de “punto negro de contaminación” de los Balcanes.

En diciembre de 2018, al adquirir RTB BOR, Zijin reconoció que las instalaciones obsoletas y los sistemas ambientales inadecuados de la fundición no podían satisfacer las necesidades de desarrollo y cumplir con las normas regulatorias de la empresa. Decidió modernizar la fundición y poner fin a su historial de contaminación utilizando tecnologías y procesos ambientales avanzados.

El proyecto de renovación comenzó en abril de 2019 y finalizó en 2023, con una inversión total de 320 millones de dólares, incluidos casi 100 millones de dólares para mejoras ambientales. La fundición renovada ya no utiliza combustibles altamente contaminantes como el petróleo pesado y el carbón. En particular, cuenta con un sistema integral de desulfuración de gases de combustión, que garantiza que todas las emisiones se recopilen y traten de manera eficiente. Como resultado, la fundición ahora cumple con las principales normas internacionales, tanto en consumo de energía como en procesos tecnológicos.

Según los datos de monitoreo atmosférico, tras la puesta en funcionamiento del nuevo sistema, las emisiones de dióxido de azufre de la fundición se redujeron en más de un 90 %.

En un acto público, el presidente de Serbia, Aleksandar Vučić, afirmó: “2014 fue el año más difícil, dado que hubo 156 días en los que se superaron los niveles de dióxido de azufre en Bor. Sin embargo, para 2023, no se superaron en ningún día”.